Historia trans en Brasil

La historia trans en Brasil trata sobre la historia de las personas trans (transgénero, transexuales, travestis) sean estas hombres, mujeres, de género fluido o no binarias, así como de sus luchas y organizaciones en Brasil.

Antes de la colonización de Brasil, los indígenas respetaron diferentes géneros como la "cudinas", personas transfemeninas. Colonización incluyeron asesinados de esos personas y la imposicion structural del binarismo de género occidental. Hasta finales del siglo siglo XIX hubo arrestos de travestis negras, el primero era Xica Manicongo en 1591, y reportajes noticiosos ocasionales, pero no hubo mayor reconocimiento.

Cerca de 1920, hubo transformistas populares. En 1950, comenzaron a abrirse bares gay y las travestis se hicieron más populares en el teatro y en los espectáculos de reseñas. Ivaná fue la primera estrella travesti de este tipo. En 1959, el primer caso registrado de un hombre trans y cirugía de reasignación de sexo fue el de Mário da Silva, y en 1960 los boletines gay discutían diferentes identidades de género contemporáneas. En 1964, Rogeria, que se ganaría el título de "travesti de la familia brasileña", comenzó a hacerse popular.

La dictadura, que duró de 1964 a 1985, incluyó duras medidas gubernamentales contra las travestis, incluida la censura en los medios con Acto Institucional Número Cinco y arrestos masivos. Muchas travestis, incluida Rogeria, emigraron a París, y la mayoría de las travestis fueron presionadas sistemáticamente para que trabajaran en el trabajo sexual. Paralelamente, la primera cirugía a una mujer trans fue en 1971, lo que motivó la detención del médico actuante durante 2 años, y la primera actriz travesti que apareció en televisión fue Cláudia Celeste en 1977. En 1984, la activista travesti Brenda Lee, creó el "Palacio de las Princesas", una casa de apoyo para travestis víctimas de la violencia y el VIH.

La situación de los travestis empeoró después de la dictadura, con más detenciones masivas y asesinatos extrajudiciales. El movimiento por los derechos de los homosexuales se distanció de las travestis en aras de políticas de respetabilidad. En 1992, Kátia Tapety fue elegida concejal de la ciudad de Colonia do Piauí, la primera travesti elegida para un cargo público. El mismo año se formó la primera organización de personas trans, la "Associação das Travestis e Liberados" (ASTRAL). En 1993 comenzaron a albergar el "Encuentro Nacional de Travestis y Liberados", que pasaría a llamarse "Encontro Nacional de Travestis na Luta contra a AIDS" (ENTLAIDS) en 1996 y recibiría financiación del gobierno. Las travestis comenzaron a ser incluidas formalmente en el movimiento por los derechos LGBT en 1995 con la creación de la "Asociación Brasileña de Gays, Lesbianas y Travestis" (ABGLT). En 1997, el consejo federal de medicina aprobó las cirugías de cambio de sexo de forma experimental. La "Articulación Nacional de Travestis, Transexuales y Transgénero" (ANTRA) se formó en el año 2000, que se convertiría en la organización trans más grande de América Latina en 2013. La primera organización para hombres trans, la "Asociación Brasileña de Hombres Trans" (ABHT), se formó en 2012 y rápidamente fue reemplazada por el "Instituto Brasileño de Transmasculinidades" (IBRAT).

Desde que Transgender Europe comenzó a registrar información en 2008, Brasil ha tenido la tasa más alta de asesinatos de personas trans anualmente. En 2008, la cirugía de reasignación de sexo pasó a estar cubierta por el Sistema Único de Saúde, con el requisito de dos años de psicoterapia y apoyo médico. En 2009, el tribunal estableció el derecho de quienes se sometieron a la cirugía a cambiar su nombre y género en los certificados de nacimiento. En 2017, redujeron el requisito al reconocimiento judicial de la identidad transgénero, y en 2019 pasaron a exigir únicamente la autocertificación. En 2022, Erika Hilton y Duda Salabert se convirtieron en las primeras travestis elegidas para el congreso nacional.


© MMXXIII Rich X Search. We shall prevail. All rights reserved. Rich X Search